lunes, 5 de marzo de 2012

Ilusionistas e Ilusionados


Esa sensación que nos mueve como seres humanos es la que mueve a las sociedades, y cuando la ilusión se enfrenta a esta realidad la frustración se hace rabia.

Ilusión de España de que la cosa mejore con solo cambiar de partido político, ilusión de Grecia de que el pueblo tenga más poder de decisión que el europarlamento, ilusión de Siria de que estos más de siete mil muertos no sean el inicio de una guerra civil, ilusión de México de que con las próxima elecciones cambie todo, ilusión de Argentina de que quienes gobiernan dejen la soberbia de lado, ilusión, ilusión, ilusión...

No se puede sobrevivir sin ilusiones. Y mientras otro crucero andaba a la deriva, como el rumbo de la economía mundial, muchas cosas pasaban en cada giro del planeta.

Tren chocaba en Argentina, muertos y heridos, buscaremos a los responsables, ¿yo señor? no señor, y las justificaciones de siempre: que esto era así de antes, que ahora es mejor que cuando estaba peor, que yo no sé, que yo si sé, que ¿qué paso?

Rusia votaba y ganaba Putín, Siria contraatacaba a Siria, la ONU se reunía, Sarkozy lanzado a la reelección, Chávez era operado en Cuba y habla por TV, estudiantes marchaban en España, resucitaban minas antipersonales de antaño en la frontera de Chile y Perú, tornados en Estados Unidos en medio de las campañas electorales, Obama le decía a Irán que no bromea con un ataque por el tema armas nucleares, Janet Napolitano decía que el Chapo terminaría como Osama, arrestaban a integrantes de Anonymous, crece la represión en todo el planeta y la ilusión es mordida, agredida y desestimada.

Respuestas que nos golpean justo en las rodillas. La culpa es tuya por subir al tren por la ventana, la culpa es tuya por quedar en medio de una balacera entre carteles, la culpa es tuya por pensar que no te iba a llegar el telegrama de despido en medio de la eurocrisis, la culpa es tuya por tratar de llevar adelante una vida en medio de un territorio disputado por intereses encontrados, Siria, Palestina, Afganistán, Irak, Pakistán. La culpa es tuya porque tu gobierno amenaza la paz mundial, la culpa es tuya porque eres maestro, porque eres de la Cruz Roja, porque eres estudiante, porque no tienes empleo, porque tu gremio es corrupto, porque desafías a la autoridad, porque quieres una internet libre, porque eres lo que seas.

Discursos, palabras, razones sin razón que van matando la ilusión. Otra vez, y como siempre, los responsables mirando su propio ombligo. Promesas de cambio, realidades paralelas que nos cuentan y no vemos, esperanzas que, para bien o para mal, se van apoyando en las espaldas de los que no son responsables de los desastres y ayudan con un gesto que nos redime como esperanzados. Aquel que da los primeros auxilios, aquel que trata de mantener la calma en medio de los tornados, aquel que comparte un pedazo de pan o espera al inquilino con la renta, aquel que en medio de las balas, bombas, y peleas políticas payacescas, intenta mantener viva la ilusión, trabajando, haciendo, soñando, luchando.

Damas y caballeros, entre lo que tenemos y nos gustaría tener, entre lo que somos y nos gustaría ser, entre la cruda realidad que nos toca y el pequeño gesto que realizamos para no perder la ilusión nos mantenemos equilibrados