martes, 27 de julio de 2010

Bienvenidos al bicentenario argentino!!!

Depende al punto de vista que se le de a las cosas, pueden analizarse opciones diferentes, un simple enfoque en otra dirección, hace replantear varias preguntas o respuestas.

Bienvenidos al bicentenario argentino!!!

Conmemoraciones, imágenes en celeste y blanco, locro, mate, choripán y todas las galas, desfiles y ornamentos, eso sí... y la sensación de que en doscientos año pasa de todo y no pasa nada.

Salvando distancias la historia es más o menos así: 1810 el Rey Fernando VII se encuentra con Napoleón pisándolo por el norte, los ingleses aprovechan la confusión, los criollos se preguntan en murmullos “¿y si el dinero de la aduana se queda acá”. Cabildo abierto, abierto para unos pocos y primer gobierno patrio.

El pueblo quiere saber de qué se trata y doscientos años después va a seguir preguntándolo. San Martín cruza Los Andes -mejor tenerlo lejos que cerca- dicen en Buenos Aires. Belgrano y la bandera. Mariano Moreno propone más revolución, pero así está bien, tampoco exageremos, ganándose un viaje con muerte misteriosa incluida. Las tropas realistas no saben ni para quien pelean. Viva el Rey, ¿que rey? -No sé- dice el Virrey y huye de la escena. Aparecen los caudillos, en cada rancherío manda un señor. El pueblo quiere saber de que se trata, y todavía quiere saber.

Loteo de dominios, cambio de mano, Buenos Aires contra el resto, la aduana es el negocio. Rosas, contra Urquiza, la constitución del 53 para que parezca un país. Guerra para acá, guerra para allá, de acá para allá mando yo, de acá para allá mandas vos, de acá para allá esta lleno de indios, hay que matarlos a todos. Campaña al desierto, hay que poblar la Patagónia, Este pías merece europeos, Mitre, Sarmiento, Roca, ferrocarriles para transportar las vaquitas. Y llegamos al siglo 20.

El poderío de la elite manda con animalitos y galeras, con olor a bosta y perfume importando de Francia. "Cambio toneladas de trigo y carne por zapatos de baile para fiestas elegantes". Radicales, populares y la nueva moda que llego para quedarse: militares golpistas. Inmigrantes construyendo el país, ricachones decidiendo a quién vender la nación. El granero del mundo, vaquitas para todos que son de unos pocos. Muere Gardel y cada día canta mejor.

Y vino Perón y el obrero celebra, Perón Perón que grandes sos. Evita y el voto femenino, Evita y la opera, Evita y los descamisados, Evita y Perón. Evita hasta donde puede y otra vez el golpe. Años de botas, de palos, de Perón en España y de eso no se habla. Pasa el tiempo, pasan los años, Revolución Cubana, Che Guevara, el mundo está cambiando, montoneros, utopías, Perón vuelve, pero está viejito. Tan viejito que se muere, Rodrigazo, Cordobazo, que golpazo. Represiones, explosiones, desapariciones. Los 70 no fueron solo música disco, los 80 vienen marchando, guerra por Malvinas, por la patria y por las vaquitas que siguen siendo de unos pocos; crece la pobreza, aumenta la deuda, más paisajes de desigualdad, pero gracias a la lucha de algunos que sueñan libertad llega la esperanza: “con la democracia se come, se educa y se cura”.

Hechos analizados pero no modificados, pizza con champagne, el gol de "El Diego" a los ingleses, Marado, Marado, campeones del mundo, somos mas argentinos que nunca... es que mirando hacia otro lado no hay mucho de qué sentirse orgulloso. Todo en venta, corrupción, pacto y las vaquitas de unos pocos.

Oficialismo, oposición, saqueos en todas las formas y cantidades de un país que sigue dando desde 1810 y no se muestran. Uno, dos, tres, cuatro, desfilan presidentes en un solo día. Democratización, ilusión, sojisación, siglo 21, el pueblo quiere saber de que se trata, el rey se llama mercado y manda en todo el mundo, las tropas realistas usan traje y corbata, la globalización dicta las leyes y las vaquitas son de unos pocos libres y soberanos… libres de mover las piezas y soberanos hijos de su linajes de usura y poder.

Felices 200 años, ni tan felices para muchos, pero 200 años de historia de todos modos. Muchas cosas han pasado esta última semana, noticias que sorprenden, alertan, nos mienten o simplemente nos duermen frente a la tv.

Pero quería hacer este repaso para darnos cuenta que dos siglos puede ser una eternidad, o bien entrar en lo que tarda la aguja del minutero en dar unas pocas vueltas.