viernes, 4 de febrero de 2011

El mundo se divide

No sé cuál está bien ni cuál está mal; tampoco sé cuál es la metodología lógica y cuál la desubicada, pero lo cierto es que hay 2 clases de personas:

a) Los que buscan el amor entre conocidos, amigos o -en el más arriesgado de los casos- amigos de amigos, como quien busca referencias para un puesto vacante.

b) Y por el otro lado, está esa clase de personas a la que le es absolutamente imposible siquiera intentar algo con sus conocidos, amigos o compañeros de trabajo.

Yo estoy en este último bando. Es como el comprador de autos nuevos y el comprador de autos usados, jamás se van a entender, y yo no entiendo a esa mayoría que se enamora de un amigo, conocido o compañero de trabajo. Tengo la postura de que conocer a esa persona mutila el idealismo. Ser testigo de sus ciclotimias, sus desplantes y sus fracasos advierten que el amor de tu vida, en la más estúpida de sus acepciones, no será con ella. El malo por conocer, siempre deja abierta esa luz de esperanza que siempre se apaga a la semana o a los 10 días en el mejor de los casos.